Todos nosotros somos competentes y vivimos en un flujo natural, o al menos eso intentamos, relacionándonos con otros seres y generando acciones creadoras, es decir sabemos hasta el cansancio, que lo ideal es dejarnos “fluir”. Aunque no siempre lo logramos, el objetivo final siempre es obtener un resultado satisfactorio, queremos que todo salga bien, a pesar de que la experiencia nos dice, que tensiones y conflictos, no siempre nos dejen llegar al objetivo.

Cuando ese fluir natural del transitar diario se rompe, es cuando generamos un “quiebre” y se nos presenta generalmente con un evento, circunstancia o situación que nos altera la existencia.

Para reconocer ese quiebre es importante hacer un juicio (de interpretación) al reconocer que algo anda mal, algo se rompió, algo falta, o está excedido. Y a continuación necesitamos una declaración (visualización) que me incomode al reconocer cuanto me afecta, me condiciona o bloquea esa situación. Cuando tenemos la suerte de poder quebrar nos estamos conectando con nosotros mismos, y estamos aptos para limpiarnos de esa toxicidad que nos bloqueaba o como diría mi abuelita, de poner las manos en la masa.

A diferencia de Neptuno que nos introduce en lo etéreo, lo espiritual y lo confuso, Plutón es quien nos fuerza a aventurarnos hacia abajo, nos introduce en el más profundo sótano de nuestro ser, para encontrarnos con nuestro interior y desde sus sombras recolectar la energía necesaria para brotar desbordantemente a la superficie. La liberación de la energía plutoniana da una sensación de una expulsión violenta y vomitiva, como si reventáramos un grano, y nos deja casi indefensos, en medio de una gran frustración, que nos abruma. Pero entre sus andanzas, Plutón logra, que esa energía desbordada y casi violenta, al decantar, nos conecta con lo más íntimo de nuestro ser, liberando así, todo lo que no es útil en nuestra vida, para permitirnos fluir de manera natural y tomar contacto así con lo realmente esencial.

Astrológicamente a Plutón se lo llama “el gran renovador” y se considera que aquello de la persona que está muy enterrado, lo saca a la superficie para expresarlo. Se lo define como “Transformador” y se lo asocia al verdadero dominio personal.

Cuando generamos un quiebre, Plutón está haciendo de las suyas, no te rehúses a sus andanzas, porque es tu mejor opción, a la hora de desintoxicarte para poder renacer.

¿Cuándo fue la última vez que sentiste un quiebre al mejor estilo plutoniano?

 

Sonia Rojas

Sesiones de coaching astrológico

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