Poesi
Minuto Exacto
El vino tinto de mis entrañas,
se bebe de madrugada,
Cuando la trampa del alba,
te abraza por las espaldas.
Y allí, entre sienes y suspiros, el oído se dilata,
aguardando un gemido débil,
una única esperanza.
Y la caricia se hace lenta,
cuando el latido agiganta,
porque se tensa la carne,
cuando se suele escapar el alma.