Árbol en pie es el significado mapuche de ALIHUEN, nombre con el que fue bautizado el merendero de “La Chivi”. En el Barrio Barda Este, a orillitas del rio Ñireco en San Carlos de Bariloche, una mujer solidaria llamada Silvina Vera, “LA CHIVI”, con sus 30 años, se puso al hombro el merendero, junto a “Jamaica” Eduardo Jara, su pareja.
La Chivi, como la llaman en el barrio, hace más de un año detecto las necesidades de sus vecinos y de las muchas mamás solas, con poco o nada para comer y viendo que el municipio no respondía a esas necesidades, decidió fundar su propio merendero. Le puso el nombre de su hija mayor, Alihuen y al o tener ningún espacio físico, más que la cocina de su casa, se las ingenia para cubrir esas necesidades latentes como puede y donde puede. En invierno dan viandas con algo dulce o salado, mate cocido, café con leche o chocolatada y en verano arman unas mesitas afuera, con mantelitos.
“No es fácil trabajar con niños, pero lo hago porque me gusta, porque me crie en la calle con un papa alcohólico y una mamá golpeada. La pasaba más lindo en la calle que estar en casa. Me ayudo mucha gente, a los 8 años conocí a la gente del grupo Encuentros, y prácticamente me crie con ellos. Por esfuerzo mío, por mérito y por ellos, soy lo que elegí ser hoy en la vida. Ser militante y ayudar en lo que pueda. Siempre estoy con los vecinos atenta a ver si les falta algo, un medicamento, lo que sea.”
“El barrio Barda Este de San Francisco Segundo, está al lado de San Cayetanito, nos dice, antes estaban juntos pero cuando yo llegue al barrio ya estaban divididos. Tenemos 67 chicos y 25 familias, además de vecinos que no participan del merendero, pero como saben que estamos, vienen a pedir alguna bolsa de alimento, o leche, que es lo que más necesitan los nenes”.
“No tenemos un espacio físico, mi casa es muy chiquitita y no entran todos, para mí la limpieza y la presentación es fundamental, por suerte ella me ayuda”.
Aquí entra en escena otra mujer, amiga de toda la vida y colaboradora de La Chivi, Marina Ortega, que con sus 29 años se suma a la tarea de ayudar con el merendero. Mientras la sonrisa fresca se les expande de lado a lado, nos dice cosas tan simples como…
“Desde que empecé se siente re lindo ayudar a los nenes. Vos los ves y el rato que ellos van, que es una hora no mas, ellos se re divierten". "Ella (por Silvina) tiene metegol y juguetes para los nenes y los nenes se distraen y la pasan muy lindo, además de tomar su merienda”.
La tarde del jueves 23 de enero y gracias a Martin Pargade, otro colaborador y responsable de concretar el encuentro, nos fuimos con La chivi,
Eduardo Y Marina a compartir unas horas a orillas del rio Ñireco. Allí nos conocimos, y pude interiorizarme de las necesidades latentes y del esfuerzo de esta gente por hacer que los niños tengan una infancia un poco más feliz, una pancita llena y se sientan un poco más iguales. No nos faltó, agüita fresca, facturas, ensalada de frutas, galletitas, caramelos y música. Las mamás que colaboraban con el cuidado de sus hijos y los ajenos, convidaban con ricos tereres y se acompañaban mutuamente sin dejar de prestar atención a todo lo que acontecía.
“Muchas veces los nenes están en sus casa, transpirados, con mucho calor, y no pueden ir al rio, hay muchas mamás solas y que trabajan todo el día. Aquí además de comer, se conocen y se armó un grupito lindo. Tratamos de atenderlos lo mejor posible para que se sientan bien” nos decía Marina.
Cuando preguntamos cómo conseguían los alimentos para las meriendas, nos comentan que la chocolatada y la leche la compran ellos; a veces reciben chocolatadas pero de muy mala calidad y no quieren darle a los nenes, algo que ellos no tomarían. El MTE (movimiento de trabajadores excluidos) ayuda con alimentos y una bolsa de mercadería de buena calidad y muy completa para cada familia una vez por mes.
Lo que necesitan y de manera fundamental es un espacio físico para dejar de llevar las viandas a sus casas y estar más protegidos en épocas de bajas temperaturas. También necesitan mesas y sillitas, pues muchos nenes tienen que sentarse en el piso para merendar, en épocas de verano cuando se puede estar en la vereda, alimentos de todo tipo, pañales, y artículos de limpieza y escolares.
Al despedirnos, La Chivi expresó su deseo con una esperanza reflejada en la mirada.
“Mi idea es que en un futuro el merendero sea un centro recreativo y que la merienda sea parte de una actividad y no una necesidad. Estaría muy bueno que los pibes vayan a un lugar a jugar y divertirse y no porque no tienen que comer en la casa”.
Otras realidades se transforman en un paredón donde chocamos, a unos pocos metros de donde el turismo hace compras, pasea y vive ajeno a estas injustas diferencias.
Para colaborar podes contactarte al face de MERENDERO ALIHUEN o al celular 2944 15 4620504, también podes enviar mail a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Si todos ponemos un granito de arena, un niño menos pasara hambre, un adulto más tendrá la posibilidad de vivir una vida mejor.
Enero 2020. San Carlos de Bariloche, provincia de Rio Negro.